24 de març del 2008

Algún día nunca llega

No soy purista cuando leo. Lo único que no hago es marcar con birome o con resaltador: muy agresivo. Pero doblar páginas, escribir en lápiz, siempre. Y también adelantar hojas. Me pasa a veces. Creo que la última fue con "Algo más inesperado que la muerte", la novela de Elvira Lindo: *necesité* adelantar 100 páginas para ver cómo se resolvía un conflicto a riesgo de morirme de ansiedad. Luego, ya más tranquila, volví al punto de partida y me leí toda la elipsis.

Bueno: si mi vida fuera un libro, hoy adelantaría unas 100 páginas.
Sólo para ver cómo se resuelven una o dos cuestiones.
Luego volvería a la página de hoy y seguiría disfrutando de la prosa.




(No crean que la ansiedad no será un tema en la sesión del jueves...)