18.55
No me importó nada. Los vi antes de cruzar Cerrito y sonreí. Me dije: Mi cinismo está mordiendo el polvo, y lo mejor es que no me importa nada. Sonriendo entonces crucé y casi elegí al menos adolescente, al pelado de anteojos y camisa naranja. Nos abrazamos fuerte. Cuando nos separamos, nos miramos felices y nos agradecimos. "Chau", "Chau". Camino a Plaza Lavalle, una mujer filmaba el devenir de un vasito de telgopor que rodaba por la vereda. Me compré un Nugatón Black y pensé que por algo mi blog se llama así.
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