10 de febrer del 2008

mis aventuras con Flecha

Durante años la tuve en el cuarto o en el living, como objeto decorativo. Mudanza tras mudanza. Todos me decían de llevarla al balcón, o colgarla (S decía que la usaba de tender), pero yo había visto demasiados fotogramas de Nueva York y siempre la preferí ahí. Hoy, aprovechando la comodidad de acceso de la *casa*, caminé con ella hasta el ACA y la hice inflar. Iba a volver por mi caminito cuando me tenté. Y fue maravilloso mientras duró. No sé si habrá sido la excitación del viento en sus pedales o el aire en sus gomas, pero a las 7 cuadras reventó la cámara de la rueda de adelante (al menos eso parece). La tuve que traer a rastras, de nuevo al livng, con la promesa de buscar una bicicletería por el barrio. Para mí que fue la emoción.