¿Vos lo viste, vos lo viste? ¡Yo lo vi, yo lo vi! *
En "No te vayas, campeón", Roberto Fontanarrosa tira al pasar una observación que cada tanto ronda por la cabeza de cualquier seguidor de fútbol:
...A veces suelen pasar pedazos de partidos que jugó Central. Y en la mayoría de esos casos me asalta una sensación cercana a la decepción. Decepción de mí mismo y de la real profundidad de mis sentimientos. Porque pienso que, en aquel momento, cuando se disputaba ese partido, yo debía estar sufriendo como un loco, nervioso, tenso, a la espera del resultado final, como todos los domingos. Y hoy, frente al televisor y a la repetición del encuentro, observando las jugadas de riesgo, no recuerdo ni cómo salieron. ¿Para qué entonces tanto nervio? ¿Para qué, entonces, tanta angustia, si las emociones en mí han sido productos tan poco imperecederos?...
Pensaba en eso mientras tiraba los recortes de esas dos cajas.
Pero por lo contrario.
Sí, hay mil partidos y goles y jugadas que no recuerdo, que daría la impresión de que no vi nunca. Pero cada tanto están los partidos y los goles y las jugadas inolvidables.
Del '94 al 2004, te diría, tengo una colección de recuerdos imborrables.
Más de cien idas a la cancha, o dónde estaba yo cuando se jugó ese partido, o extractos enteros de relatos radiales.
En fin: que tiré el 98% de todo eso. De los papeles y de las fotos que dispararon mis recuerdos.
Pero para deshacerme de los videos y los audios no estoy preparada todavía.
Quién te dice la próxima...
*Frase memorable de Víctor Hugo mientras relataba un zapatazo infernal del Mencho Medina Bello en el arco del Río de la Plata, si no me equivoco.
...A veces suelen pasar pedazos de partidos que jugó Central. Y en la mayoría de esos casos me asalta una sensación cercana a la decepción. Decepción de mí mismo y de la real profundidad de mis sentimientos. Porque pienso que, en aquel momento, cuando se disputaba ese partido, yo debía estar sufriendo como un loco, nervioso, tenso, a la espera del resultado final, como todos los domingos. Y hoy, frente al televisor y a la repetición del encuentro, observando las jugadas de riesgo, no recuerdo ni cómo salieron. ¿Para qué entonces tanto nervio? ¿Para qué, entonces, tanta angustia, si las emociones en mí han sido productos tan poco imperecederos?...
Pensaba en eso mientras tiraba los recortes de esas dos cajas.
Pero por lo contrario.
Sí, hay mil partidos y goles y jugadas que no recuerdo, que daría la impresión de que no vi nunca. Pero cada tanto están los partidos y los goles y las jugadas inolvidables.
Del '94 al 2004, te diría, tengo una colección de recuerdos imborrables.
Más de cien idas a la cancha, o dónde estaba yo cuando se jugó ese partido, o extractos enteros de relatos radiales.
En fin: que tiré el 98% de todo eso. De los papeles y de las fotos que dispararon mis recuerdos.
Pero para deshacerme de los videos y los audios no estoy preparada todavía.
Quién te dice la próxima...
*Frase memorable de Víctor Hugo mientras relataba un zapatazo infernal del Mencho Medina Bello en el arco del Río de la Plata, si no me equivoco.
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