Spaghetti del rock

De la primera vez que los vi en vivo recuerdo cómo sonaban. Impecables. Sonido aplanadora en serio, pero impecables. Casi exquisitos. Rock rock. Y me acuerdo de que me quedé colgada con la voz de él, porque no podía entender cómo la potencia tenía colores.

De otra vez, de un pre-Cromagnon en El Teatro creo, me quedó mucho Arnedo, lo increíble de sus dedos en las cuerdas. De ahí también recuerdo la onda de Mollo, leyendo todos los papelitos, nombrando banderas, tocando la guitarra con lo que le tiraran: una zapatilla o una tapita de gaseosa. Y me quedó también estar en el centro de un pogo de los de ellos. Ropa ropa. Tremendo.

En un Obras al aire libre sentí a la Aplanadora multitudinaria. Mollo hizo una de los Beatles a pedido de la hija, y casi reinventó el idioma inglés. Y de las Trastiendas, recuerdo los acústicos. Como dice Jor, los lentos de las bandas potentes son los mejores lentos.



Llevo 2 días colgada con los muchachos. Será porque hace rato que no los veo. Pero ya falta poco...