2 de desembre del 2007

mercadeo

Con el tsunami de mi invierno, no cerré los posteos de Lima. Y lo que me quedó afuera del pantallazo fue lo que ocupó la mayor parte de mi tiempo allí (después de comer y charlar): los recorridos de compras.

Para comida, el mercado de Surquillo ("Surquíio").
Allí hay grandes cosas,

mucha variedad,

y todo fresco.



Igual, no compramos comida, sino una ollita de barro :)

Y aquí pasamos a un tema clave a la hora del mercadeo peruano: el regateo.

-Cuánto cuesta?
-Mire señorita qué calidad, hecho a mano...
-Cuánto cuesta?
-Es un regalo, le va a durar toda la vida...
-CUÁN-TO CUES-TA?
-35 soles
-EEEEEHHH!!!!! NEEEEHHHH! No. No... (ésa SIEMPRE tiene que ser la primera reacción)
-Pero a usted se lo dejo a 30.
-No, es una barbaridad... no no.
-...
-20. Máximo.
-No señorita, no puede ser, mire qué calidad...
-20.
-27 se lo puedo dejar...
-Bueno, voy a dar una vuelta y tal vez regreso...
-Señorita, 25 se lo dejo.
-22 cerramos entonces?
-...
-Son dos D'Onofrio de diferencia, no me va a decir que no...
-Bueno, 22.


(Bueno, yo era malísima en esto -que parece rápido pero puede tomar 15 minutos-: O sea, yo llegaba al Neeehhh y cerraba en 30. Por eso la morocha negociaba por mí.)

Sigamos.

Para libros usados (o fotocopiados) y revistas viejas: no tenemos fotos, pero hay que ir a Amazonas. Un tremendo corralón con sus pasillos entre kioscos de papel. Yo, por ejemplo, conseguí 7 ediciones antiguas de Etiqueta Negra a 5 soles cada una.
Pero pagué 20 (les dije: negoció la morocha).

Un día, también, nos fuimos de excursión a Gamarra.
Nos habían advertido de la seguridad, de cuidar el bolso, de no llevar plata, etc etc. Sí, es un mundo de gente y mucha cosa trucha y segunda selección y telas y chucherías, pero no es taaaan peligroso. Para que se den una idea, es el Once de Lima y allí se va por saldos y materia prima de costura.
Pintoresco.
Como pintorescos son los alrededores del Barrio Chino, donde están las casas de utensilios e implementos gastronómicos.
Pintorescos. No lindos.

A mí me gustaron mucho más las cuadras del mercado de Petit Thouars ("Petituár").

Sobre todo porque, de un montón de puestos iguales de souvenirs para turistas, me hicieron ver el más original: el puesto de la chica de las carteras. Un local pequeñito con bolsos tejidos, bordados, etc etc, pero mucho más lindos y originales que los del resto.

Siempre estamos volviendo a la chica de las carteras.
Aún a la distancia.

También, a la hora de cositas y cosuelas para la casa y la vida (y también carteras), nos gustó Dédalo (que no era un mercado, sino un local laberíntico de diseño). Miren qué bonitas si no:


Por último, casi con un pie en el avión, conocí un lugar bellísimo: una casona de la calle Cajamarca, en Barranco, en donde una galesa con mil años en Lima se encarga de coleccionar maravillas autóctonas de aquí y acullá. El lugar -lo rastreé por internet- se llama Las Pallas.
Me habría llevado casi todo. Sobre todo las alfombras, y los chales, y los retablos, y los tejidos,

pero más que nada esas telas bordadas que cuentan historias.
Deben tener un nombre, pero no lo conozco.







Y hasta aquí llegué con Lima :)


Para más de Perú: acá.

Etiquetes de comentaris: