13 de maig del 2007

there was a cabaret, and there was a master of ceremonies... and i was dancing with sally bowles, and we were both fast asleep...

o sea, de objetividad nada, no me la pidas cuando yo tuve la bendición de verla en el studio 54 (no sé si me entendés), y puesta por sam mendes, y salí poco menos que temblando de placer. cuando escuché 85 veces su banda de sonido. cuando...
o sea...
fuimos el viernes, sí, y está muy lindo el teatro, sí, y la traducción de letras (BIG issue) está realmente muy bien, y el emcee también. pero ella, que fue una diosa en chicago, acá... ehhhmm... no sé, como que no.

hay algo en la voz, no sé, yo no entiendo nada pero sally es más aguda, es más decadente...

y TODO es MÁS decadente.

las chicas de mendes eran taaaan decadentes.
los movimientos de las coreografías eran taaaan decadentes.
y cummings (oh cummings) era taaaan decadente, con esos ojitos de perverso, con esa forma de mover el torso, con sus hoyuelos tan pero tan degenerados.

eran, no hacían que.

bueno, eso. y que los momentos de actuación están como más lentos, más pesados, mal marcados (definitivamente mal marcados). y las coreografías allá eran más básicas y compactas y minimalistas. y acá todo es tanto más grande que... le quita esa intimidad de *estar* en el medio del kit kat klub tomando gin.

pero por lo demás, siempre es un placer oh cabaret.