2 de febrer del 2007

young perspective

En Navidad, le regalamos a mi sobrino de 8 años un juego con trucos de magia.
Dos semanas después, como pasa con todos los chicos, se aburrió del juego y se dedicó a otros.

Ayer:

yo: y? qué pasó? abandonaste la magia?
él: no, la magia me abandonó a mí.