30 de maig del 2006

Triste.
Sublimando.
Aburrida.
La rutina.
Llorosa.
Sin ganas en la sangre.
Sin ganas de que el miércoles la reunión sea en mi casa, que el jueves la reunión sea en mi casa, que sea en mi casa. La puta madre: no tengo ganas de repasar el baño. No tengo ganas de comprar comida de acuerdo a lo que *puede* comer cada uno. Ser considerada, anfitriona.
Quiero terminar con esa tarea, tirarme en la cama, o meterme en un cine, como ayer. No tener que hablar de eso ni de nada. En una reunión de 3 es medio inevitable hablar. Eso es lo bueno de las reuniones grandes: pasar inadvertida, observar, ser pasiva social.
Lo del laburo será porque tiene que ser, pero será en un café. Insistiré. Lo otro, voy a mandar el mail: ya sé que dije que sí, pero mejor esta semana no.

Irme lejísimo.

Quejosa. Hoy toca.





Update: Me vino.
Nunca aprendo a manejar los síndromes pre menstruales...