5 de maig del 2006

Qué maravilla!

Salgo del laburo, y -vía mensajitos en el celular- coordino con la morocha:

ella: a qué hora es el partido?
yo: 2145
ella: cenamos y lo vemos en casa?
yo: dale. Llevo cena?
ella: SIIII.
yo: ok. estoy 2130.

Llego 20.30 a mi casa, hago risotto, pongo las milanesas en el horno, y hago la chocotorta más rápida del mundo.
21.30 ya estoy allí, dándole su abrazo y sus regalos de cumpleaños, y empieza el partido.

yo: No, Closs, no. Poné la radio.

Y empezamos sufriendo, con su gato, en mi falda.
Llega Diego, otro hincha que la sufre.

Tiempo de predicciones:

yo: es una cuestión de timming. No hagamos gol ahora porque no lo podemos mantener.
ella: vas a ver, vas a ver... algún día tiene que cambiar la racha y vamos a terminar ganando nosotros sobre la hora
Dieguito: a que termina en quilombo. qué apostamos?

Segundo tiempo. Llama la hermana de la morocha, para saludar.

Y empiezan los goles de River.


Dieguito y yo: No cortes!!! No cortes!!!!!



No cortó la llamada hasta el final. Hasta que ya nos reíamos y disfrutábamos con los incidentes y la suspensión.
Todo entre saltos.



Tiempo de champagne y chocotorta.

No tengo voz.

Perfect.