plan de escape

Ayer me di cuenta: no es el año, no son las hormonas... ES EL VIERNES!
Es que los viernes estoy ya demasiado cansada, es eso. Entonces vuelvo de mi hora extra cabizbaja, lagrimera, llena de bolsas.
Por eso me voy a dormir temprano: porque es un sueñito y la dicha de cambiar de día y YA ESTOY MEJOR.


Lo primero fue llevar el sucio piloto a la tintorería. Lo segundo fue el Colón: Acorazado Potemkin: tertulia. Lo tercero fue el Atlas Santa Fe y la primera compra masiva de entradas. Lo siguiente es este locutorio. Lo que viene (lo que viene) es la segunda compra masiva de entradas (Abasto). En el medio: cine y escuchar Manon, de Massenet, por radio, desde el Met. Luego le tengo ganas al Gaumont. Y luego a casita, a hacerle cosillas así me dan más ganas de estar ahí.

Cada tanto (cada semana, te diría) necesito un día COMPLETAMENTE SOLA para reordenar mi vida. Hoy empecé depilándome, que después del de Calvino debe ser el mejor comienzo en años...

Ah! empezó la temporada alta de consumo cultural.
Ya era hora.