22 d’abril del 2006

acopio

Luego de unos Suicidas fallidos y de café+habanitos+tele en lo de g., apagué la luz. A los 2 minutos la prendí porque me dieron ganas de re-hojear Los suicidas, de Di Benedetto.
Ese estilo es el que tienta tanto; yo misma he pensado siempre en ese libro a la hora de planear una adaptación. Ya postearé algo porque ahora no lo tengo a mano, pero es absolutamente genial.
Luego, no me lo van a creer, pero también releí la escena de Cecilia Roviro en El pánico, de Spregelburd. Ése es el caso contrario, fijate vos, porque la recuerdo muchísimo más graciosa representada. Me saltaron las lágrimas de la risa, me acuerdo. Pero bueno: Los suicidas se hace fuerte en su ámbito original; así también El pánico.

Hoy me maté: 2 películas, y luego la bendita Feria del Libro, a la que no iba desde la década del 90. En fin, que está igual. Todas las ganas primero, el tapado que pesa en el brazo, el café a tres pesos, y ninguna gana de nada al final. Tantos libros interesantes; luego, tantos prescindibles. Y Anagrama sin stand (yo que quería nuevos Kapuscinski y había afilado la dorada).
Una cosa que recordé es lo triste que me ponen los escritores sin lectores. O sea: los que *hoy firman* y nadie que lo demande. Hasta me dan ganas de comprarle el libro, declararme fan, no sé, que no se sienta tan sola la persona...

Bueno, en fin. Que compré 2 libros que no puedo revelar porque un poco los quiero para mí pero sobre todo los quiero para una futura cumpleañera que, oh, a veces se pasa por acá.
También, compré El reino de las mujeres, de Ricardo Coler (4ª edición), y... ta tan ta tan...

MACANUDO 3

Una preciosura mi cuarto libro de Liniers (que estuvo firmando a la tarde y yo ni enterada). (Mer: por si llegás a tiempo: firma todos los sábados a la tarde hasta que termine la Feria, que creo que acaba el 8/5.)

Ahora en lo de madre, conectada y agotada. ¿La dieta del día? Pancho, carne con papas fritas, y ensalada de frutas. Tengo que parar.

Capoté.