26 de març del 2006

Sola, fané, descangallada

CUANDO SE ESTÁ SOLO se habla solo. Cuando se está solo, uno dice en voz alta: "Voy a hacerme un té". Y uno ve los tés enfilados, como una promesa de salud oriental al alcance de la mano, y se pregunta en voz alta: "¿Me tomo el verde que tiene antioxidantes o el rojo que elimina toxinas?". Cuando estás solito; en el caso que nos ocupa, solita, no una hora ni dos sino muchas, hablas en voz alta de lo que vas a comer, como el niño habla al amigo invisible. Cuando estás solo te vuelves niño, te vuelves viejo y te vuelves loco, las tres a la vez. Un pack espeluznante. Cuando estás solito pones la radio en la cocina y la tele en el salón a fin de que la casa se llene de ruidos. Al principio de estar solito empiezas con buenos propósitos, poniéndote mantelillo para comer, cubiertos bien dispuestos, copa de rioja y una comida digna; al principio de estar solo estás hasta ilusionado y, emulando a Robinson, sabes que hay que marcar los días y mantener a raya una disciplina. Pero la realidad es que cuando uno está solo se pierde la ilusión y la disciplina. Abres la nevera y qué, puerros gelatinosos, tomates blandurrios, yogures pasados. Cuando uno está solo y constipado y se da pena a sí mismo y necesitas una madre, aunque estés frisando la edad de Sharon Stone (motivo de esperanza), y querrías una mano que te diera vicks-vaporú en el pechito y una voz que celebrara con un ¡Jesús! cada estornudo (...) Cuando una está en su casa, robinsona, solateras, entonces una echa mano de lo que sea, y se come la lata de garbanzos, pero casi sin calentar, en el mismo cazo, como hacen los taxistas en Nueva York, que aprovechan para comer en los semáforos esos fideos de olor insoportable, y luego eructan o lo que sea costumbre según la cultura de cada cual. Todo es relativo. Cuando una está sola toma colacao de postre. Eso es lo mejor de estar sola: ¡el colacao! El colacao es un canto a la esperanza. No hay constancia de ninguna persona que esté al borde del suicidio que se haya tomado previamente un colacao. Cuando una está sola explota los grumitos del colacao entre los dientes y tiene el barrunto de que la felicidad se aproxima. Cuando una está sola navega mucho por Internet. A veces una vota artículos de los periódicos digitales. A veces, por ejemplo, ya fuera de sí, vota cincuenta veces seguidas la foto de Sharon Stone, sólo para conseguir que aparezca como el primer de los artículos más valorados. Cuando una está sola contesta enseguida a las cartas de los amigos, tan rápido contesta que los amigos piensan: "Anda que no debe estar ésta sola". Cuando una está sola salta como un resorte cuando suena el teléfono, y si es una encuesta, la contesta (...) Cuando una está solita y febril tiende a la nostalgia. Qué bonita palabra, nostalgia, para definir un sentimiento tan tóxico. Nostálgica, febril, huerfanita, así estoy (...) aquí puedo quedarme inmóvil, como la marmota Phil, que no asoma el morro hasta que no está segura de que ha llegado la primavera.

Elvira Lindo (El país, 26/03/06)