en orsai

Releyendo mi post de ayer, me viene la conciencia de que tengo muy arraigado el usar frases futboleras para explicar cosas. Más de una vez, hablando de la espera, se me escapa la palabra "entretiempo". Cuando las cosas van mal, pienso "corazón y pases cortos", y, cuando no salen del todo, es porque "la pelota no dobla". Los chistes fáciles son porque "me los dejan picando". Cuando exagero, me sale la victorhuguiana "no quieran saber, no le pregunten a nadie". Y, según mi punto de vista, la gente "amaga" a decir algo o, directamente, "te la manda a guardar". Eso sin contar la "paternidad", los "jugadores multifuncionales", "la previa" o "el sueño del pibe".

Bueno, a raíz de esa reflexión, me acordé del mejor libro de fútbol ever (algún día le dedicaré más de un post; tal vez en época de Mundial), y esta cita:

"...yo tiendo a sobrevalorar la carga metafórica del fútbol, introduciéndola por tanto en toda clase de conversaciones en las que no tiene cabida, así de simple. Últimamente he reconocido que el fútbol no tiene ninguna relevancia en la guerra de las Malvinas, en el asunto Rushdie, en la guerra del Golfo, en la tasa de natalidad, en el agujero de la capa de ozono, etcétera, etcétera, y por eso mismo quisiera aprovechar esta oportunidad para pedir disculpas a todo el que haya tenido que prestar atención a mis analogías, tan patéticamente forzadas en este sentido..."

Eso.