12 de març del 2006

con la mariposa de pappachi aleteando cerca


Muchas gracias, Mer.

Hace mucho que no terminaba un libro sollozando y con cierta angustia al dar vuelta la hoja y ver que es la última.

Gracias por El Dios de las Pequeñas Cosas.

Apenas lo termino, y lo primero que sentí que tenía que hacer era escribirte esto.

Y que vos lo veas cuando sintonices este blog.
Y en el interín, otro se tiente.