19 de febrer del 2006

el cine y los cazadores del arca perdida

Siempre me gustó el cine temprano.
Por cuestiones económicas, en mi etapa fuerte de asimilación fílmica (la época adolescente en que veía, ponele, a la una Las alas de la paloma y a las 3, Límite vertical...) iba por las entradas con descuento.
Porque, además, me gusta temprano en días, o sea: no te espero hasta el lunes-martes-miércoles con descuento. A mí me gusta verlas el mismo jueves y, si es posible, en algún festival, pre-estreno de Página/12 o Club La Nación o de quien sea.

Ahora, con el laburo poco maleable de las 13 hs, se me complica el panorama. Por eso es que aprovecho los jueves (hasta que vuelvan las clases para las que tengo reservados los jueves a la mañana) y me voy al cine. Y luego los finesdesemana. Pero temprano, en la primera función de un cine normal o en la primera (aún más temprano) de un shopping.

Todo para decir ¿Para qué se levanta una un domingo a las 8 de la mañana?

Para desayunar cine y darle handicap al día.