17 de desembre del 2005

hojas marcadas

La morocha tiene razón: debería dejar la pila y dedicarme a releer a Borges, como ella.

Ya vamos a tener tiempo para leer todo, le dije por teléfono hoy desde Paidós, y no me lo creí ni ahí.

Y ahora pienso que lo único que me gusta del kiwi es que se puede comer con cucharita.



Mi cabeza es un mundo apasionante.



En otro orden de cosas, Nat dijo al abrir el paquete:
Cómo sabías que quería volver a leer a Abelardo!!!???

No sabía.
He ahí mi famoso sexto sentido para los regalos...