2 de setembre del 2005

noches Rojas


La veo y -como siempre con los famosos con los que me cruzo- la ignoro para que no se sienta incómoda. Onda: no te voy a pedir un autógrafo y darte mi curriculum; tranqui.

M (directora consagrada, mi primera profesora de teatro hace 10 años y durante 3 meses)
Yo (girando la cabeza en actitud No te conozco)

M: ¿Cómo estás?

Y (girando la cabeza para su lado, y con sorpresa fingida de recién te veo): ...

M: ¿Te acordás de mí? Yo me acuerdo de vos...

Y (quebrándome): Sí, claro, pero no pensé que te ibas a acordar de mí y no te quería molestar.

M: Vení, démonos un beso.

(Nos saludamos; ella está con un billete de cien en la mano, acodada en la barra y pidiendo cambio a cambio de un café. Llega una petit gran directora y le habla. Nos separamos. Ella se va a su mesa, y yo a la mía, esperando la siguiente obra con una lágrima y un tostado de pan árabe. Leo el Vía Libre, lo de la mexicana que hace la voz de Bart Simpson). Y de repente...

E (actor del under, acompañado de una chica rubia): Disculpame, ¿te interesaría hacer publicidad?



Nunca pensé que me iba a pasar eso.
Pero una noche cualquiera, sobre Corrientes, alguien te puede hacer un street-casting y una sin inmutarse.