22 de juny del 2005

En mi cabeza


Anoche dormí 10 horas... Y no sé si fue eso, o qué, pero hoy iba riendo por la calle camino al cine.

Y ahí todo mejoró, más aún. Vi Melinda y Melinda, y puedo afirmar que el viejo Woody ha vuelto. Primero y principal, empezaba en Pastis, lugar que adoro. Segundo, la historia. Tercero, los departamentos de Nva. York. Siempre quise vivir en una película de Woody Allen y tener una cena así en mi living... y que ése sea mi living. ¿Cómo puede ser que un pianista no consagrado tenga el loft de la pintora que aparece en mi libro Interiores de Nueva York, con sus cactus y todo? Sólo en el mundo Woody. En fin, todo muy rico, muy feliz.

Pero las cosas empezaron bien desde las colas: Daniel Day, quiero ver esa película. La historia me atrapa, pero además está él en primeros planos... Daniel Day, George Clooney, Billy Crudup, no necesito una larga lista, con ellos me conformo. Bah, un toque de Denzel y de Ernesto Alterio, tal vez.

Luego fue un té con libros en el BN para no irme tan rápido del clima bistró. Ahora sí: así sí dan ganas de sentarse a trabajar.



¿En qué estaba trabajando yo...?

Ah, sí. Ya casi estoy.

Un ratito más en mis sueños y ya estoy, ya estoy...