12 de juny del 2005

Algún día nunca llega


Te soñé en la oscuridad, anoche. Fue el sueño más lindo del año, tal vez. Nos gustábamos, y caminábamos por el bajo sin tocarnos pero a punto de, a punto. Y me hablabas de no sé qué en el sueño, y yo asentía pero sólo quería que me besaras e imaginaba el puente, cómo ibas a ligar tu conversación para acercarte más y demorar el beso...
Y hoy te vi, y me miraste, un poco me miraste. Y vos II, estabas ahí y me tratás tan bien pero no me ves, nunca me viste así como yo te veo. Me he llegado a imaginar toda una vida con vos, y vos nada. Pero me tratás tan bien, y me decís nena... Venite nena, me decís.
En cambio, con vos I, vos de mi sueño, nunca me imaginé una vida con vos, pero me imaginé una noche tremenda. Y hoy te veía con el pelo tan cortito como me gustás, y te veía a vos II con la mirada más linda pero no te sirve para verme. Si me mirás así, ya no sirvo de nada pero no lo sabés.
Y cuando me fui te agradecí, II, te agradecí, y me dijiste Venite nena, y te dije que sí, porque tu voz me hace temblar el pecho, esa voz grave y simple y de hombre que va de frente que tenés, y te diría que sí a todo.
En cambio vos, estás ahí, no terminan de presentarnos, prefiero no verte fumar para sostener el encanto. Me gusta tu nuez de adán, y sé que sólo me fijo en ella cuando me gusta un hombre. Te quedaste cerquita de mi grupo, sabías que tenía que pasar por ahí al irme. Apenas saludé a alguien a tu lado te quedaste pendiente y me dijiste chau cuando giré la cabeza, aún sin verte los ojos. Y te saludé y tu amigo no te dijo mi nombre y yo tampoco. Atrás estabas, vos II, y me pasaste el brazo por la nuca y me dijiste eso y yo te dije sí. En el último giro, luego de repetir el beso, vi detrás tuyo a mi sueño de anoche, pendiente, tratando de entender de dónde nos conocíamos.

Y lo peor de todo, es que el hecho de que no me des bola te enaltece. A vos te hablo. Algún día quizá, cuando seamos otros o vos de repente me mires diferente, así como vos sabés. Cómo me tendrías en la palma de tu mano, vos. Lo sé, pero no se pueden decir esas cosas.
Qué bien que hacés en no darme bola...